Holanda es uno de los paÌses con mayor densidad demogr·fica de Europa, lo cual obliga a determinar y coordinar con esmero el emplazamiento de las zonas residenciales y de esparcimiento, del comercio y la industria, el tr·fico y el transporte, la agricultura y la gestiÛn de la naturaleza. El Ministerio de Vivienda, Urbanismo y Medio Ambiente desempeÒa un importante papel en este sentido. En un principio se trabajaba con una estructura de planificaciÛn territorial durante un periodo determinado, ahora se aplican directrices flexibles a tendencias en constante evoluciÛn (planificaciÛn en proceso). La Ley en materia del Ordenamiento Territorial constituye el marco legal del ordenamiento territorial en Holanda. A nivel local, la responsabilidad en este ·rea recae sobre el ayuntamiento, y el concejo municipal se encarga de fijar los planes urbanÌsticos. En estos planes se indica a quÈ fin se puede destinar el suelo, por ejemplo, para la industria, para zonas residenciales o de esparcimiento, y quÈ se autoriza a construir en dicho suelo. Las diputaciones provinciales son responsables de elaborar lo que se conoce como planes regionales y, adem·s, de aprobar los planes urbanÌsticos municipales. El Estado establece las directrices del plan nacional de ordenamiento territorial.
ConstrucciÛn de viviendas
Hasta principios del siglo XX la AdministraciÛn P˙blica de Holanda a penas se inmiscuÌa en este ·rea. SÛlo las autoridades locales imponÌan condiciones a la construcciÛn de viviendas, por ejemplo, con respecto a las lÌneas de demarcaciÛn, la seguridad contra incendios y, en algunas ocasiones, las instalaciones sanitarias. En 1901, esta situaciÛn cambiÛ dr·sticamente. Ese aÒo entrÛ en vigor la Ley de la Vivienda, mediante la cual la AdministraciÛn P˙blica adquirÌa una mayor influencia en el sector de la vivienda y en el urbanismo en Holanda. La Segunda Guerra Mundial generÛ una gran baja en el n˙mero de viviendas holandesas, lo que fue una de las causas de la escasez de viviendas que ha perdurado hasta bien entrados los aÒos ochenta. En los cuatros decenios que siguieron a la Segunda Guerra Mundial se construyeron una media de 100.000 viviendas por aÒo, en su mayor parte con subvenciones del Estado. Gracias a estas subvenciones se pudieron mantener los alquileres bajos, garantizando al mismo tiempo la continuidad de la construcciÛn de viviendas. El objetivo de la polÌtica de alquileres era evitar el aumento de los salarios manteniendo el precio de los alquileres lo m·s bajo posible. Los salarios bajos fortalecÌan, a su vez, la posiciÛn competitiva de Holanda en el mercado de la exportaciÛn. En un principio se daba prioridad a la cantidad de viviendas construidas, sin embargo, en los aÒos 70 el criterio cambiÛ a favor del valor futuro de las viviendas, es decir, de la calidad. En la misma Època se introdujo tambiÈn un nuevo instrumento en la polÌtica de la vivienda, la subvenciÛn de alquiler individual. Se trataba de una ayuda complementaria a los inquilinos que, sin ella, tendrÌan que destinar gran parte de sus ingresos al pago del alquiler. En la segunda mitad de los aÒos ochenta, la AdministraciÛn P˙blica se vio obligada a recortar dr·sticamente los gastos, tambiÈn en la vivienda. A partir de principios de los noventa, con el objeto de reducir los gastos de las subvenciones en este sector, que habÌan aumentado mucho, la ayuda financiera del Estado se dirigiÛ fundamentalmente a las personas con ingresos bajos. En este sentido, los ayuntamientos desempeÒan un papel cada vez m·s importante.
Corporaciones para la construcciÛn de viviendas
Unos 2,4 millones de viviendas en alquiler (aproximadamente el 37% del total de viviendas de Holanda) son administradas por las corporaciones para la construcciÛn de viviendas. …stas son organizaciones sin ·nimo de lucro, generalmente asociaciones o fundaciones, cuyo objeto es la dotaciÛn de viviendas. De acuerdo a los esfuerzos de descentralizaciÛn de la AdministraciÛn P˙blica, hace algunos aÒos se iniciÛ el proceso de independizaciÛn de las Corporaciones para la construcciÛn de viviendas, afloj·ndose los lazos entre las Corporaciones y el Estado. La saludable posiciÛn financiera de la mayor parte de las Corporaciones de viviendas facilitÛ esta privatizaciÛn. En 1993 se abandonÛ en parte la polÌtica centralizada de alquiler. Ha disminuido la supervisiÛn que el Estado ejercÌa sobre estas corporaciones. Los ayuntamientos desempeÒan un papel m·s importante en ese ·mbito.
Principales tareas de la AdministraciÛn P˙blica
En el marco de la polÌtica sobre vivienda, se presta mucha m·s atenciÛn a los niveles locales y regionales. Las diferencias entre las zonas en cuanto al mercado de la vivienda son grandes en la pr·ctica, asÌ como las diferencias en la oferta y la demanda de ciertas categorÌas de viviendas. La AdministraciÛn P˙blica se va a concentrar en varias tareas fundamentales: el velar por la calidad y ocuparse de que las viviendas sean asequibles. Adem·s, el Estado prestar· m·s atenciÛn a determinados aspectos, como la disponibilidad de suficientes viviendas en los lugares en que se precise. El Estado destinar· la ayuda financiera fundamentalmente a los grupos de personas con ingresos bajos y a grupos especÌficos, tales como los ancianos y los minusv·lidos. En la actualidad, Holanda cuenta con unos 6,2 millones de viviendas. Por tÈrmino medio viven 2,5 personas en cada vivienda. Hasta el aÒo 2005, se preparar·n nuevos terrenos para construir 650.000 viviendas. El Estado ha llegado a acuerdos con las dem·s Autoridades sobre nuevas viviendas, terrenos para empresas y la infraestructura necesaria. Hasta 2005, el Estado tambiÈn contribuir· a la creaciÛn de terrenos para la construcciÛn, al saneamiento de suelos y a la infraestructura necesaria. Tanto en la construcciÛn de viviendas nuevas como en las obras de renovaciÛn y mantenimiento se tendr· en cuenta el medio ambiente: se estimular· el uso de mÈtodos de diseÒo, materiales y construcciones que respeten al m·ximo el medio ambiente.